MI AVENTURA DE SER DOCENTE

Mi aventura de ser Docente inicia en 1994 cuando egreso de la escuela Normal y me incorporo a una escuela secundaria ubicada en la comunidad de san Cristóbal Huichochitlan, Municipio de Toluca, Estado de México. En 1995 me cambio a una secundaria técnica del Municipio de san Felipe del Progreso, Edo. De México donde trabaje 12 años como profesora horas clase, impartiendo Ingles, Educación Artísticas y Educación Física. Actualmente tengo 3 años impartiendo clases en la Escuela Preparatoria Oficial No. 138 con 24 horas y 3 horas en una secundaria.
Desde el inicio de mi labor docente en este nivel, me he sentido más motivada e inspirada en emprender nuevos retos que me permitan innovar día a día esta noble tarea de ser docente y que hoy más que en otros tiempos demanda nuevas competencias indispensables para ofrecer un servicio de calidad.
Reflexionando sobre mi práctica docente con la lectura de José M. Esteve Considero que aun me falta aprender más para lograr el nivel que me gustaría tener. Como docente me siento a gusto y comprometida con mi actualización y con mí trabajo.
Ser docente nos reclama buscar siempre la perfección porque estamos trabajando con seres humanos a quienes merecen respeto y lo mejor de uno para su formación.
Como docente de preparatoria busco estar siempre lo más cerca de mis alumnos, para saber lo que les agrada, lo que no, sus habilidades y debilidades como estudiantes; sin embargo es poco el tiempo que se puede dedicar a cada alumno por la misma dinámica educativa. Sin embargo trato de comunicarme con ellos en los espacios disponibles dentro del aula u observándolos y escuchándolos en pasillos, cafetería y espacios de juego.
El escuchar al alumno y tener presente las características que por naturaleza comparten permite ser mejor docente, mejor persona y brindar un verdadero servicio de calidad.
El tiempo para conocer un poco mas a los alumnos se convierte en un reto para el docente, dado que existe un abismo amplio entre ambos y que sin duda es uno de muchos obstáculo a vencer en este nivel donde encontramos una gran diversidad cultural y educativa. Este abismo puede ir reduciendo en la medida en que alumnos y docentes permitamos compartir aprendizajes y estemos dispuestos a aprender unos de otros, a construir juntos aprendizajes significativos y a crear espacios de cordialidad y confianza.
A pesar de las grandes dificultades y carencias a los que me he enfrentado a lo largo de mi experiencia como profesora y de los problemas que existen en las instituciones, también he tenido grandes satisfacciones especialmente cuando el alumno reconoce lo que ha aprendido en la institución, cuando expresa su agrado e interés por la materia y en especial cuando nos encontramos a ex alumnos con una carrera concluida.